10 ene 2013

María Villalón: "Siempre seré una cantante coplera"

La cantante rondeña se dio a conocer en 2007 al proclamarse ganadora del programa televisivo Factor X. Pero antes de ello, ya había grabado dos discos semiprofesionales con compañías andaluzas: con 14 años veía la luz Entre sueños y con 16 Rompe. Ahora, María Villalón aterriza en Andalucía con su tercer disco recién salido del horno: Historias de una cantonta está a la venta desde el pasado 19 de noviembre.

¿Qué quedó de la cantante que se dio a conocer en Factor X?
María Villalón: Personalmente sigo siendo la misma. Lo más importante es ser una persona normal y humilde, que es lo que me enseñaron mis padres. Desde Factor X he intentado aprender y no dejar de formarme. También me han dado muchos palos y he sufrido mucho por la música, creo que ahora ya no me creo las cosas hasta que están pasando, tal vez eso sea lo que sí ha cambiado de mí (dice entre risas).

Muchos artistas que salen de programas de televisión, después reniegan de ellos. ¿Es su caso?
Me parece horrible renegar de algo que te ha ayudado. Yo llevo intentando esto desde los 14 años, pero es cierto que gracias a Factor X tuve la oportunidad de dar un pasito hacia adelante, grabar un disco de verdad, sonar en radios y siempre voy a estar agradecida al programa por esa oportunidad. Me volvería a presentar mil veces.

¿Cuesta desprenderse de la imagen modélica que se proyecta de una cantante en los programas?
Siempre vas a tener la etiqueta de “estuviste en un programa”. De hecho, hay gente que directamente por haber estado en un talent show te niega una oportunidad y no quiere conocer lo que haces. Creo que lo más importante es trabajar; por estar en un programa de la tele no te conviertes en una estrella, ni mucho menos, sólo te dan un pequeño empujón y te dan un poco a conocer. La imagen que proyectes posteriormente será la que tú te labres con tu trabajo.
“Hay gente que directamente por haber estado en un ‘talent show’ te niega una oportunidad y no quiere conocer lo que haces.”
Eres una cantante que desde pequeña se ha estado formando, ¿cómo empezó todo?
Mi primer disco lo publiqué con 14 años y lo vendía por las casas y los bares para recuperar el dinero que nos costó grabarlo, así que desde pequeña he intentado hacerme un hueco y siempre he tenido claro que esto es muy difícil. También estuve en el conservatorio estudiando chelo; aprendí muchísimo en esta época, es un instrumento que me parece mágico.

 ¿Cómo te sientes con tres discos en el mercado?
Contando el que grabé con 14, el que grabé con 16, el de Factor X, el de Te espero aquí y el de Los tejados donde fuimos más que amigos, éste último álbum, un EP de 6 canciones titulado Historias de una cantonta, sería el número 6, así que me siento muy afortunada de haber podido hacer todo esto. Si la cosa finalmente no sale, puedo decir de corazón que ya he conseguido mucho más de lo que nunca me imaginé conseguir y me conformo con ello.

¿Cómo se lleva cantar en directo temas tan complicados vocalmente como los fados?
Pues bien. La verdad es que me gustan mucho los retos vocales, de hecho soy una amante de los fados, que son canciones con un juego vocal muy complicado. Pero bueno, siempre intento calentar bien e ir colocando las canciones estratégicamente en el repertorio (dice entre risas).

¿Por qué en el primer disco cantabas versiones de canciones españolas y, de repente, en el segundo disco te pasaste al pop?
Bueno, hay veces en las que me arrepiento de haber hecho ese cambio, pero era un momento en el que me pedía el cuerpo hacer algo más pop, más acorde con mi edad y con lo que me apetecía hacer. Pero en los conciertos siempre hay canciones con raíces españolas, más copleras y andaluzas. Es algo que me encanta y que no podría abandonar completamente nunca.
“Estar sintiendo la música en directo y que haya alguien a quien le pueda llegar lo que estás haciendo es el regalo más grande del mundo”
¿Qué significa el título de tu último disco, Historias de una cantonta?
Es el título de mi blog en el que hace algunos años empecé a contar las anécdotas más divertidas que me pasaban en mi vida y, sobre todo, en la música. De ahí nace el juego de palabras cantante/cantonta. Y como al fin y al cabo este último álbum está compuesto por canciones que hablan de lo que me ha pasado estos últimos tiempos, creo que tenía mucho sentido titularlo así.

El single de presentación es La ciudad de las bicicletas, un pasado donde fuimos felices. ¿Ya no hay presente feliz?
Es una metáfora de un lugar que nos trae buenos recuerdos, un lugar donde somos felices. La idea se me ocurrió pasando por Sevilla hace un par de años. Yo estudié los dos primeros años de universidad en esta ciudad y cuando dejé de vivir allí, empecé a recordar todas las cosas bonitas que viví en aquel tiempo y decidí hacer una canción que hablara de esos lugares que nos evocan esas cosas tan bonitas.

Empiezas una serie de conciertos, Granada, Sevilla, ¿cómo se viven? ¿qué es para ti un concierto?
Para mí un concierto es lo más mágico, lo que más me gusta de la música. Estar sintiendo la música en directo y que haya alguien a quien le pueda llegar lo que estás haciendo es el regalo más grande del mundo. Mis conciertos son mitad concierto y mitad monólogo (se ríe). Siempre hablo muchísimo, no lo puedo evitar, pero la verdad es que sirve para que no sólo se escuche música, sino que también nos echemos unas risas que es algo que nos falta a todos en momentos tan complicados.

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