25 abr 2012

"Este país es muy machista aún"

No hace falta describirlo físicamente, porque su EVOLUTION se nota desde lejos. Ahora, la interior, la de los sentimientos, la de los bellos de punta, ésa, hay que vivirla con él. Antonio Romero ofreció el viernes un concierto, de los que ya no se ofrecen. Demostrando que no hay arreglo más que su voz y una simple guitarra. Antonio Romero, vuelve a enamorar con su nuevo estilo musical.

      Son las 10 de la noche, llego con 15 minutos de adelanto para la entrevista concertada. No aprendo. Sabiendo que los artistas siempre se hacen de rogar, encima llego con adelanto... Son las 10:15 llamo por teléfono: "Oye, que ya estoy aquí en la puerta". "Pues nosotros estamos cenando, si quieres vente y te tomas un par de tapitas con nosotros"

Empezamos mal, ya había comido.
Así que le digo que no hace falta, que no se preocupe que entro a la sala Casino y le espero allí. El concierto empieza a las 22:30, aunque se decide retrasar media hora. Me toca esperar un ratito más. Voy al aseo, me arreglo un poco, bicheo cómo es la sala, miro el escenario, veo a unas cuantas chicas que, como yo, llevan desde las 22 allí.

Son las 22:55 y de repente me llama por teléfono Ana. "Niña, dónde estás, saca la patita que te vea". "Ana, estoy aquí. ¿Estaban buenos los montaitos no? ¡Que me vas a traer a Antonio con un cachito de carne entre los dientes, que justita de tiempo vienes!"

La razón, se ha decidido retrasarlo un poco más aún. Así que toca esperar más.

Son las 11:30 y por fín entro en el backstage. Allí, mucha agua para gargantas secas, y mucha gente. Antonio se asoma por detrás de la puerta. Por fín, me encuentro con él cara a cara,y sin darme cuenta, un corazón abierto.

Tras más de 8 años de trayectoria, sabe lo que siente, lo que piensa y lo que ha visto y vivido. Por eso no tiene pelos en la lengua para hablar con el corazón en la mano. Sigue teniendo respeto por la música, y sabe que todos estos años en el camino, no le han hecho daño, simplemente madurar y saber qué es lo que quiere y lo que no. "Sigo buscando ese cantautor que soy y quiero ser. Cuando grabé mi primer disco lo que quería era comprarme un coche. Ahora lo que quiero es vivir de la música".

Se sabe privilegiado, "me da igual cantar delante de una como de mil personas, daré el 100% siempre, aunque es cierto que siempre hay que buscar alternativas, uno no se puede quedar atrás"
Cada vez salen más músicos, con talento y mejor formados, y además llegan a las parrillas para darlos a conocer. "El programa Número 1 pensaba que iba a ayudar a la música, pero al final seguro perjudicará. España es un país muy machista, muy conservador y gente como GarÇon o Lady Cherry, que sobresalen en el mundo musical porque tienen ese algo especial, al final no son bien vistos"

Me mira a los ojos, sabe de lo que está hablando. "Yo soy una voz andaluza más y cuando quiero innovar, a la gente entonces, le choca. Quiero vivir de esto y no puedo quedarme sentado mirando que como yo hay miles. Hay que buscar y buscar y llegar a lo más hondo de ti, hasta ver cómo alguien llora con tus canciones, porque siente como tú"

Tras cuatro discos en la calle, ahora se muestra más electrónico que nunca, pero a la vez más cercano. En la entrevista, parecemos dos amigos charlando. En ningún momento tengo que mirar mi "chivato de preguntas" porque con él todo fluye. "Yo fui un producto. Con Vale Music, la compañía de OT fui un producto más. Salía en la televisión, hacía conciertos, pero desaparecí. Esto es como las patatas fritas de esa marca que dice que cuando haces top ya no hay stop, pues aquí al reves, cuando haces top, ya se acabó. Tu boom se marchó"

"Y así entonces, me quieres decir, ¿que es tiempo de otro artista Antonio? Me estás dejando helada con este mundo de la música" "Es lo que ha pasado con Pablo Alborán, María. El chaval tiene muy bonitas y buenas canciones y una voz melódica encantandora. Pero como lo han sacado al mercado es todo mentira. La misma compañía te sube el video, se meten cientos de veces y después lo venden como que lo han sacado de Internet..."

Me da por mirar el reloj. Casi las 00 horas. Pienso entonces en esas chicas que como yo llevaban allí desde las 22 horas. Así que intento terminar una conversación, de las que me gustan a mí, en las que no hay miedo de decir la verdad, de las de tú a tú, de las que aunque el flequillo le tape los ojitos, una sabe que lo que está diciendo le duele, lo siente.

"Antonio, ahora dedicarás un canción a todas las que llevamos aquí esperándote ya dos horas no?" "Sí, claro, eso ni lo dudes"

Tan solo cinco minutos después aparecía en el escenario, dando las gracias por la paciencia y dando el 150% en un concierto de lujo, donde el artista es tuyo y sus canciones parece que te las canta al oído. Esos conciertos donde te quedas con la boca abierta, porque puede que haya artistas que lo superen, pero hay sentimientos que son difíciles de apagar... y un artista jamás dormirá el gusanillo de las notas.

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